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Las 3 M en ortodoncia: músculos, malformación y maloclusión
En Clínica Alba y Hernanz siempre decimos que una sonrisa bonita empieza mucho antes de colocar un aparato. Detrás de cada tratamiento de ortodoncia hay un estudio profundo de lo que llamamos las 3 M: músculos, malformación y maloclusión.
¿Te suena técnico? No te preocupes, te lo explicamos de forma sencilla para que entiendas por qué tener en cuenta estas tres “M” es tan importante antes de empezar tu tratamiento.
- Músculos: mucho más que estética
Los músculos de la boca y del rostro influyen directamente en la posición de los dientes. Hablamos de músculos como los de la lengua, los labios o la mandíbula, que usamos constantemente al hablar, comer, masticar o incluso respirar.
– Si estos músculos ejercen presiones anómalas, pueden provocar que los dientes se desplacen, que aparezcan mordidas cruzadas o que se mantenga una mala posición de los huesos.
Por eso, cuando hacemos un estudio de ortodoncia, evaluamos también la función muscular.
– En algunos casos, incluso trabajamos de forma conjunta con especialistas en terapia miofuncional, sobre todo en niños y adolescentes, para corregir hábitos como la respiración oral, la deglución atípica o el empuje lingual.
- Malformación: el hueso también cuenta
La segunda M hace referencia a la malformación ósea. Es decir, si los huesos maxilares (el superior e inferior) no crecen de forma armoniosa, esto puede provocar desequilibrios:
– Dientes apiñados por falta de espacio
– Mandíbulas desviadas
– Problemas funcionales y estéticos
En Clínica Alba y Hernanz, contamos con herramientas de diagnóstico avanzado (como radiografías digitales y escáner 3D) que nos ayudan a detectar este tipo de alteraciones óseas. En casos más complejos, puede ser necesario un abordaje interdisciplinar o incluso cirugía ortognática, pero en la mayoría de los casos, un tratamiento de ortodoncia bien planificado puede guiar el crecimiento y reeducar el desarrollo óseo.
- Maloclusión: el origen de muchas molestias
La maloclusión es, en términos sencillos, cuando los dientes no encajan correctamente al cerrar la boca. Puede ser por apiñamiento, mordida abierta, sobremordida, mordida cruzada o cualquier combinación.
Y no es solo un tema estético:
– Puede provocar desgaste dental, dolores de cabeza, dificultad al masticar e incluso problemas en la articulación temporomandibular (ATM).
El tratamiento ortodóncico busca precisamente corregir esta mala alineación, devolviendo la funcionalidad y el equilibrio a la boca.
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